viernes, 6 de marzo de 2009

Historia
Prehistoria

Cueva de Santa Ana.

Cueva de Maltravieso.
La primera presencia humana en el territorio de lo que es hoy en día Cáceres se remonta a la Prehistoria. En la zona del Calerizo existen varias cuevas, como la Cueva de Santa Ana, que posee la presencia humana más antigua de Extremadura, en torno a 1 millón de años de antigüedad, la Cueva de El Conejar y Maltravieso (descubierta en 1956 por el académico y cronista oficial de Cáceres Carlos Callejo) donde se han encontrado vestigios pictóricos de manos humanas, con la particularidad de que tienen el dedo meñique oculto bajo una capa de pintura (en el pasado se pensaba que se trataba de amputaciones). La datación de estas pinturas comprende varias etapas del Paleolítico Superior. En la cercana cueva de El Conejar se han hallado algunas cerámicas y utensilios líticos que datan la ocupación de la cueva en el Neolítico Antiguo (VI-V milenio a.C.), tampoco hay que destacar la posibilidad de que fuera ocupada durante el Epipaleolítico. Posteriormente algunos cráneos trepanados y cerámicas decoradas apuntan a que la cueva de Maltravieso fue también ocupada durante la Edad del Bronce.

Dominio Romano

Vista aérea del campamento romano origen de Cáceres, con la carretera EX-390 desviada de su trazado antiguo para no afectarlo.
Artículo principal: Norba Caesarina
Sin embargo, fue en el siglo siglo I a. C. cuando los romanos se asentaron en campamentos (Castra Cecilia y Castra Servilia) de manera permanente en el entorno de la colina en la que estaría la colonia Norba Caesarina junto a la importante vía de comunicaciones que después se conocería como Vía de la Plata.
En torno al siglo V d. C. los visigodos arrasan el asentamiento y hasta el siglo VIII-IX no se vuelve a oír hablar de la ciudad.
A 2 km hacia el SE se encuentra el antiguo municipio de Aldea Moret, actualmente barriada del mismo nombre integrada dentro de la ciudad, alrededor del cual pueden contemplarse dos yacimientos arqueológicos romanos: "Cuarto Roble y "El Junquillo". La Vía de la Plata, señalizada, puede recorrerse al sur de la ciudad: un tramo discurre no lejos del "Centro de Instrucción y Movilización" (CIMOV) Santa Ana en dirección sur; hay un tramo excavado en Valdesalor, en donde la calzada cruza el río Salor mediante un puente medieval, recientemente restaurado, que ocupa el lugar de un antiguo puente romano ya perdido.

Dominio Árabe

Adarve de La Estrella en la Ciudad Monumental.
Fueron los musulmanes, procedentes del norte de África, los que aprovecharon el lugar estratégico sobre el cual se asentó la primitiva colonia romana como base militar para hacer frente a los reinos cristianos del norte, durante los primeros siglos de la Reconquista. Del árabe proviene el nombre actual de Vía de la Plata, denominación de la calzada romana que unía Astorga con Andalucía (del árabe balata, calzada, de donde derivó -por corrupción- la palabra "plata").
En el siglo XII, ante el avance cristiano, la ciudad se fortifica con una muralla de adobe (que aún se conserva), hecho que no bastó para evitar que Alfonso IX, monarca del reino de León, tomara la ciudad tras varios años de asedio el 23 de abril de 1229, día de San Jorge, otorgando a la ciudad Fuero de Villa, que desde entonces es celebrado en la ciudad como su patrón. Anteriormente se había realizado otro intento para tomarla por parte de Fernando II en el año 1169, que pudo recuperar la plaza para los cristianos durante 5 años, volviendo a caer de nuevo en manos musulmanas en 1174.
Cáceres fue desde entonces una Villa libre, no de señorío, pudiendo sus vecinos elegir a sus 12 Regidores; inmediatamente fue repoblada por leoneses, asturianos, gallegos y castellanos, aunque con el tiempo sus habitantes se dividieron en dos bandos: el de los leoneses (que también incluiría a las gentes originarias de Galicia y Asturias), y el de los castellanos. Los primeros habitaban la parte alta de la ciudad (barrio de San Mateo), y los segundos en la baja (barrio de Santa María).Los nobles de los bandos leonés y castellano se enfrentaron violentamente con frecuencia, y la situación llegó a tales extremos, que Cáceres contó en la práctica con dos concejos diferentes que no cesaban de pelearse. La situación perduró hasta la llegada de Isabel la Católica que decidió pacificar la situación, y redactó unas nuevas Ordenanzas. La Villa pasa a ser en 1477 de Realengo y sus Regidores perpetuos; Villa Muy Noble y Muy Leal.
A partir de ese momento Cáceres empieza a transformase, construyendo iglesias en el lugar de mezquitas y palacios cristianos sobre los primitivos palacios musulmanes, aunque fueron las fortunas procedentes de América las que más contribuyeron a la monumentalidad de la ciudad, y a quien Leopoldo Alas (Clarín) denominó "La Vetusta del Sur".
Con ligeros retoques hasta el siglo XVIII, esa versión es la que ha llegado hasta nuestros días.

Cáceres Moderno

Cruz de los Caídos, confluencia de las principales calles del centro urbano de la ciudad.
En 1822 pasa a ser la capital de la Alta Extremadura. En 1864 se descubre en las proximidades un importante yacimiento de fosfatos, fundándose la villa de Aldea Moret, destinada a los trabajadores de la minería. En 1881 se inaugura el ferrocarril, permitiendo la ampliación del núcleo urbano hacia el sur, siendo elevada a rango de ciudad en 1882.

Guerra Civil Española
Tras el golpe militar del 18 de julio de 1936, queda claro que las fuerzas militares acantonadas en Cáceres toman rápidamente partido por los generales sublevados.
Cuando las fuerzas sublevadas liberan al falangista Luna, aquel moviliza en la ciudad a unos 1.000 simpatizantes, y comienza a dictar órdenes para ocupar, por parte de las distintas agrupaciones locales de Falange Española, los principales pueblos de los alrededores, así como la toma de los principales puntos estratégicos como son las líneas fronterizas con Portugal o el paso de puertos y puentes.
En la capital la represión comenzó de inmediato, dirigida por el propio capitán Luna, el cual dirigiría personalmente las labores represivas, siendo el primer asesinato el del director de “Unión y Trabajo” Pedro Montero Rubio. A aquél le seguirían muchos más, como el del alcalde de Cáceres Antonio Canales González (1885-1936), fusilados en las inmediaciones del cuartel Infanta Isabel. Los encarcelamientos comenzaron a la misma vez, al ser detenidos el gobernador y el alcalde constitucional, nombrando el jefe militar sublevado Álvarez Díaz al comandante de la Guardia Civil Fernando Vázquez como nuevo gobernador, y al capitán del ejército Luciano López Hidalgo como alcalde.
Con el apoyo de las fuerzas falangistas y el de la tropa sublevada, Cáceres se adhiere a la sublevación, depurando a la mayoría de los cargos constitucionales que fueron sustituidos por afines a los facciosos.
Ocupada la ciudad por las fuerzas sublevadas, se facilita el avance de las tropas franquistas que llegan desde el sur por las carreteras de Mérida y Badajoz.
El 26 de agosto de 1936, el general Franco llega a Cáceres, dónde establece su cuartel general antes de iniciar el avance sobre Madrid. Allí recibiría a su mujer Carmen y a su hija, a las que no veía desde el día del golpe militar.
Una de las pocas reacciones de las fuerzas republicanas fue el bombardeo de la ciudad el 23 de julio de 1937. Aquel día, sobre las nueve o nueve treinta de la mañana, 5 bimotores Túpolev SB-2 “Katiuska” soviéticos de la 4ª escuadrilla, al mando del teniente coronel Jaume Mata Romeu (de 18 años), de las Fuerzas Aéreas de la República Española -FARE- que habían despegado del aeródromo de “Los llanos” en Albacete, arrojaron 18 bombas, las cuales afectaron a diversas construcciones (como el palacio del Mayorazgo, el mercado de abastos, Santa María, traseras del cuartel de la Guardia Civil, Ayuntamiento, las calles Nido y Sancti Espíritu), causando 35 muertos y numerosos heridos.

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